domingo, 13 de noviembre de 2011

El Lunch creativo















Comida para el día de brujas





Comida con imaginación ....

















Las enseñanzas de la nonna....

Las Enseñanzas de la Nonna  ....

Cuando era chica y vivía con mi Nonna (mi abuelita... EPD) ... siempre me decía que había cinco reglas de oro que una buena mujer debía practicar...(Entre otras .....pero menciono estas 5 porque fueron las que mas ruido hicieron en mi cabeza en la edad adulta....) 

1.- Nunca le llames por teléfono a un hombre...
2.- Nunca aceptes una invitación o un ofrecimiento a la primera .. tienen que insistir tres veces antes de que aceptes...
3.- Nunca te auto-invites o hagas sugerencias para que te realicen una invitación...
4.- Nunca des el primer paso con un hombre y ni le demuestres que te agrada o que lo quieres...
5.- Nunca preguntes ni pidas explicaciones de nada a un hombre ...

Practique siempre estos principios... porque eran ideas y normas que se me inculcaron desde chica ... miles de veces me lo repitieron y mi abuela me enseñaba este punto con el ejemplo.... 

Llego un momento en mi vida adulta... que decidí concientemente "romper" con estas IDEAS ... porque según yo.... eran anticuadas... porque percibí que si había estado haciendo las cosas de esa manera y no obtenía resultados favorables... pues tenia que hacer cosas diferentes para cambiar el resultado y... finalmente porque me di cuenta que me hacia daño internamente el no decir o hacer lo que realmente deseaba o quería...

Rompí esquemas y por supuesto que me sentía mal cuando "violaba" una de estas 5 reglas de oro... pero la vida y la experiencia son grandes y duros MAESTROS ....  primero te hacen la prueba ... y luego te enseñan la lección... y el día de ayer llego la lección... y entendí el porque de las 5 reglas de oro y tratare de "completarlas" de manera sencilla y mas que nada para conservar el archivo y .....nunca... nunca olvidar lo aprendido.... 

Les debo de recordar que solo expresare mi vivencia y mi punto de vista en lo particular... no por ello lo aquí escrito... indicara que sea aplicable o funcione para todos.... Esto es lo que pienso y siento "ahora".

Regla 1.- Nunca le llames por teléfono a un hombre......Es una manera muy sutil de rogar y querer hacerte presente con alguien que ni se acuerda de ti.

Regla 2.- Nunca aceptes una invitación o un ofrecimiento a la primera .. tienen que insistir tres veces antes de que aceptes.....Solo así estarás segura de que realmente desean de corazón que les acompañes o que desean realmente darte lo que te están ofreciendo y que no es meramente una "cortesía" para cumplir socialmente y a fuerzas.

Regla 3.- Nunca te auto-invites o hagas sugerencias para que te realicen una invitación... Aunque mueras de ganas ....Lamentablemente para evadir una auto-invitación ... "te tienen" que decir mentiras para no herirte.... y aquel que no se atrevió negarse en el momento... termina plantándote con bombo y platillo. 

Regla 4.- Nunca des el primer paso con un hombre y ni le demuestres que te agrada o que lo quieres..Solo te pones como tapete para que te pisoteen y te hagan a un lado... nadie valora lo que le es ofrecido o regalado .... "Ellos" .....siempre tienen que pagar el "precio".

Regla 5.- Nunca preguntes ni pidas explicaciones de nada a un hombre..Comprobado... se obtiene mas información cuando una permanece callada y se pone la cara de "yo no me percate de nada y de tonta".... que cuando preguntas directamente.

.... Si mendigas amor.... solo recibirás limosnas...
.... Una verdad duele una sola vez.... una mentira.... varias veces... así que no "obligues" a nadie a mentir para no hacerte sentir incomoda o por miedo a herirte.
.... La gran diferencia entre "tengo que hacerlo" y "quiero hacerlo"


... La experiencia es un peine que la vida te da cuando ya te estás quedando calvo.


Asumo mi parte de la culpa....

Gisella Ghersi.

lunes, 7 de noviembre de 2011

¿Cuanto vale un billete de Mil pesos?


¿Cuanto vale un billete de Mil pesos?



Alfredo, con el rostro abatido se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café.

Deprimido descargó en ella sus angustias...que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que sus hijos, que sus amigos... Todo parecia ir mal en su vida. 

Se sentia terrible consigo mismo, tenia el amor propio por el piso, cada cosa que intentaba para resolver sus problemas le resultaba peor, no se sentia cómodo siendo quien era.

Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 1,000 pesos y le dijo:
- Alfredo ¿quieres este billete?

Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:

- Claro Marisa... ¿quién no lo querria?

Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño rollo. Mostrando la estrujada pelotita a Alfredo volvió a preguntarle:

- Y ahora ¿igual lo quieres?

- Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 1,000 pesos, claro que los tomaré si me lo entregas.

Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y maltratado le preguntó:

- ¿Lo sigues queriendo?

- Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 1,000 pesos y mientras no lo rompas conserva su valor...

- Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee SIGUES siendo tan valioso como siempre lo has sido... lo que debes preguntarte es CUÁNTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado. Tu valor no disminuye de ninguna manera porque tengas problemas o te sientas mal contigo mismo, eres quien eres y lo sigues siendo.

Alfredo se quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.

Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:

- Toma, guárdalo para que recuerdes esto cuando te sientas mal...pero me debes un billete NUEVO de 1,000 pesos para poder usarlo con el próximo amigo que lo necesite.

Le dio un beso en la mejilla a Alfredo -quien aún no habia pronunciado palabra- y levantándose de su silla se alejó con rumbo a la puerta.

Alfredo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energia siguió adelante con su vida, convencido del valor de si mismo y su gran posibilidad de resolver todas las dificultades.