lunes, 26 de septiembre de 2011

Método Rhondell - trabajo de armonía (parte 22 de 23)

ORACIÓN SUBLIME

Padre y eterno Dios que estas en mi, escucha a tu hijo que pide tu amor y protección.

Te ruego oh Padre mío, oh fuerza divina que estas dentro de mí, que no caiga yo jamas en la tentación de sentirme orgulloso o vanidoso por mis obras o por lo que soy.

No permitas que en mi corazón entre el odio o la violencia, no dejes que la palabra hiriente o destructiva salga de mi boca. No permitas que los demonios del odio posean mi corazón.

Hazme humilde, fraternal, considerado y noble con todos los seres humanos. No permitas que desprecie a nadie, ni denigre, hiera o insulte a ninguna persona.

Dame fuerza para ser calmado, sereno, tranquilo, tolerante, comprensivo, noble e integro.

Ayúdame a no desear nada que no me merezca. Ayúdame a apreciar lo que tengo y a no sentirme infeliz por lo que me falta.

Dame el océano de tu infinito amor, para sentirme uno contigo, con toda persona y con la vida universal.

Bendíceme con el don de la modestia y la humildad, y dame la luz de tu inteligencia para comprender a todos mis hermanos del planeta tierra, cualquiera que sea su condición.

Protégeme contra el insulto, la maldad, la calumnia y la violencia. Irradia sobre mi el flujo eterno de tu abundancia espiritual y material. Dame la felicidad de sentir que mi conciencia se expande hasta unirme a todo ser viviente, comprenderlo y amarlo todo.

Purifica mi corazón para hacerme inmune al mal y a las tentaciones. Haz que tu voluntad se manifieste a través de mi para destruir el egoísmo de la bestia.

¡Oh padre mío, ayúdame y dame tu eterno amor!

Así sea.

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